El periódico extremadura
(05/09/2006)
Con mis aceitunitas del mercado franco, en un cuenquito de la antigua Waechtersbach, y una bolsa de patatas fritas de producción local, abro las páginas de el periódico Extremadura , dispuesta a disfrutar del indescriptible placer de la especial mañana del sábado, siempre a medio camino entre lo festivo, y lo cotidiano, y me llama la atención el título de la carta del día , por su evidente parecido con uno de mis últimos artículos publicado en el periódico digital "Extremadura al Día", donde al igual que aquí, en el Extremadura , me asomo habitualmente; Y con no poca satisfacción compruebo una mención expresa sobre mí en dicha carta, a cuyo autor, lector habitual de mis artículos y supuestamente experto conocedor de mi trayectoria literaria , según presume en la misma, no tengo más remedio que responder, agradeciéndole en primer lugar la inesperada, y acaso inmerecida, deferencia, pero que reconozco alimenta en mí ese resquicio de vanidad que todos conservamos bajo nuestras cicatrices.
(05/09/2006)
Con mis aceitunitas del mercado franco, en un cuenquito de la antigua Waechtersbach, y una bolsa de patatas fritas de producción local, abro las páginas de el periódico Extremadura , dispuesta a disfrutar del indescriptible placer de la especial mañana del sábado, siempre a medio camino entre lo festivo, y lo cotidiano, y me llama la atención el título de la carta del día , por su evidente parecido con uno de mis últimos artículos publicado en el periódico digital "Extremadura al Día", donde al igual que aquí, en el Extremadura , me asomo habitualmente; Y con no poca satisfacción compruebo una mención expresa sobre mí en dicha carta, a cuyo autor, lector habitual de mis artículos y supuestamente experto conocedor de mi trayectoria literaria , según presume en la misma, no tengo más remedio que responder, agradeciéndole en primer lugar la inesperada, y acaso inmerecida, deferencia, pero que reconozco alimenta en mí ese resquicio de vanidad que todos conservamos bajo nuestras cicatrices.
Señor Emilio Borrega, no soy una política enmascarada. El ser humano es un animal político, una de las diferencias que lo distinguen de otros mamíferos superiores, y yo soy una persona básicamente política, por principio, desde siempre, y espero que hasta el final.
No sé de qué máscara me habla. Pero acierta cuando dice que doy lecciones, y es un orgullo para mí que lo comente, no siendo alumno mío, como profesional que soy de la enseñanza, ocupación a la que he dedicado mis mayores esfuerzos y en la cual he tenido la satisfacción de ayudar a muchos a desarrollar un pensamiento crítico, y su capacidad de interpretar los hechos y las palabras, aprendizaje que le recomiendo, a juzgar por lo incongruentes de algunas de sus observaciones sobre mí.
Desde aquí le animo a que siga practicando la lectura que es el mejor medio para lograrlo, y le recomiendo, de paso, un paseo por mis blogs, que encontrará fácilmente buscando mi nombre en google, y donde podrá indagar sobre su superficial e incompleto conocimiento de mis textos .
Finalmente sobre su pregunta de a quién represento, le aclaro que para opinar no hay que representar a nadie. Mal que le pese vivimos en un país donde la libertad de expresión, dentro del respeto, es actualmente sagrada, y si le molestan algunas de mis opiniones personales... ¿Qué quiere que le diga? A mi edad no voy a cambiar de pensamiento, y si puedo tampoco de hábitos. Es una cuestión de amor propio .
Milagrosa Carrero Sánchez **
Profesora de Secundaria
Cáceres
Pd: Por cierto mis felicidades a la selección de baloncesto:
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