UNA OPOSICIÓN SIN TREGUA

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Una virtud hay que reconocerle a esta oposición: No conoce el desaliento. Reconozcamos que el sector minoritario representado por la oposición no se pone límites.

Es curioso ver como un grupo, defensor a ultranzas de la moral católica, prescinde por completo de cualquier tipo de escrúpulo a la hora de atacar a su adversario. No lo digo por su afición y costumbre a practicar la una doble moral, y todos saben a que me refiero, si no por su eficaz ejercicio de influencia sobre los medios de comunicación, para estar presentes continuamente, en todos y cada uno de ellos, empañando, y distorsionando la verdad.

No estoy diciendo que todos los periodistas estén comprados, más bien al contrario, cada día nuevas publicaciones se rebelan contra este sistema, pero todos sabemos que la hegemonía económica de un grupo impone la ideológica.

Y claro, en esto de la propaganda ideológica, la doble moral tiene muchas ventajas:

Asegurar que el 60% de los padres quieren clase de religión para sus hijo en una televisión pública , en un país en el que, ya hace tanto, consensuamos una constitución aconfesional, con libertad religiosa y en un plano de igualdad se llama, en mi pueblo, mentir, y va contra uno de los diez famosísimos mandamientos de la ley de dios.

Claro que los mandamientos de la ley de dios, y los de “su” santa madre iglesia, no están pensados para que los respeten estos defensores de la moral católica, que no tienen inconveniente en compatibilizarla con un el uso habitual de anticonceptivos, o de engañar fingiendo matrimonios nulos para volver a casarse delante de un altar.

Alguien tiene que decir que en este país, tenemos una constitución susceptible de cambios, pero que, hoy por hoy, defiende y ampara la igualdad por encima del sexo, la religión o la raza.

¿Qué me importa a mí si el vecino de enfrente usa o no condones? Lo que no me da lo mismo es que me imponga su religión, e intente convencerme de que deseo que me obligue a adoptarla.

Las autoridades españolas, has sido tremendamente benevolentes con este tema. El mayoritario sector laico de este país sigue estando acorralado, y no entendemos por qué ese miedo pavoroso a separar definitivamente los conceptos de religión y estado.

Hasta ahora se utiliza el tema religioso, que debía ser estrictamente privado, con fines políticos.

La derecha española ha hecho suya la religión. El PP lleva años haciendo “como que” rechaza las leyes que contradicen los mandatos eclesiásticos.

Tuvo que dar la cara el gobierno socialista para traernos un divorcio que todos usamos, cuando es necesario. También de su mano tuvo que venir la ley del aborto para que no solo la gente de medios, la que podía viajar a Londres, pudiera elegir como y cuando tener hijos. ¿Y que me dicen de la investigación con células madres a partir de embriones congelados? Si nos hacemos caso de la iglesia católica, nunca se avanzaría en luchar contra enfermedades como el parkinson o la diabetes.

Hay motivos para afirmar que en este país a penas quedan católicos practicantes, y no lo digo porque no vayan a misa los domingos, que no van, si no por su habitual práctica de decir una cosa y hacer otra. Mucho golpe de pecho en las procesiones, mucho mitin contra el aborto, o contra la eutanasia, pero luego no necesitan leyes para ayudar a morir a su padre, o liberar a sus hijas de un embarazo no deseado. ¿Cuantos quedan ya que solo practiquen el sexo con fines únicamente procreativos.?

Y a pesar de eso seguimos viendo a nuestras autoridades detrás del palio, en las procesiones. ¡Que humillación contemplar como Instituciones públicas se dejan representar junto a la “autoridades” religiosas. ¡Por favor señores, un poco de respeto que representan al pueblo!. ¡Basta ya de uniformes, y bastones de mando en las ceremonias religiosas!. Que vaya el alcalde, o el presidente de la comunidad cuando quiera a misa, pero no en nombre mío, ni de ningún ciudadano que se sienta amparado por nuestra constitución.

¿Y esto no es política? ¿No es influir sobre las masas el dejarse ver representando a un pueblo en ceremonias religiosas? ¡Vasta ya!

Pero lo más hiriente es la persistente insistencia en meter la religión en el currículo educativo. ¿Cuándo se van a enterar que la morar no es patrimonio de los católicos?

Me tengo por persona de elevados principios, y de una moral diáfana y firme. ¿Nos van a enseñarnos a mí o a el resto de los españoles, un grupo de políticos que utilizan la religión para manipular al pueblo, como educar a nuestros hijos?

Es urgente ya que el gobierno socialista saque del horario lectivo a la religión.

Debe quedar claro que la religión no es una asignatura del currículo, no debe serlo jamás en un estado no confesional.

La iglesia católica no debe pretender, usar su influencia política y sobre todo económica, para tener un trato que contradice nuestra normativa constitucional. Debe ser tratada por las autoridades con el mismo respeto que al resto de las asociaciones, ni más ni menos.

¿Y que vamos a decir de la financiación de la iglesia en este país? ¿Saben los ciudadanos que porcentaje de su participación en los tributos del estado va directamente a bolsillos eclesiásticos, y que otro porcentaje lo hace también pero de manera indirecta?

¿Quién puede comprender que estemos financiando a un grupo religioso, discriminadamente de otras asociaciones, contradiciendo principios constitucionales, y todo ello, para que la iglesia se atreva a usar políticamente su poder haciendo campaña contra la aprobación de leyes que apoyamos la mayoría, después de estar engrandeciéndose durante años gracias a los recursos públicos?
¿Nos cree la iglesia tontos cuando hemos dado nuestro voto mayoritario a partidos progresistas?
Lástima que la buena gente no se entere de la media la mitad.

De algo sí se entera el pueblo, y es que tiene que ser un partido como el PSOE el que proteja nuestros intereses frente a la iglesia, el que saque del horario lectivo la religión, el que defienda la igualdad y el respeto para los no religiosos frente a cualquier religión, el que defienda los principios de igualdad frente a doctrinas que ofenden abiertamente nuestros principios, discriminando abiertamente a la mujer, o lesionando a los niños y niñas sin la protección del estado.

Si la oposición no tiene tregua y utiliza todos los recursos a su alcance, sin ningún tipo de escrúpulo, el mantener una moral firme y consecuente frente a ella es la única baza para no ponernos a su altura.

Milagrosa Carrero sánchez
Profesora de Secundaria y Bachillerato

Publicado en el Inconformista Digital