lunes, septiembre 18, 2006

¿HABLAMOS DE PROGRAMAS?


A la hora de acudir a las urnas es cuando los votantes queremos ver las cartas de cada candidato. Queremos que los candidatos nos consulten, y que nos hagan sus ofertas.

18/09/2006 MILAGROSA Carrero

La línea de salida para la próxima campaña electoral, es una vez más, el escenario caliente donde la toma de posiciones desata entre los aspirantes las más variopintas disputas. Debe ser ley de vida, porque la escena me resulta tan familiar como si la hubiera visto repetirse los cientos de años que no he vivido. La pugna entre los políticos, viene a ser, por estas fechas, muy parecida a la sostenida por los machos dominantes de las especies que, en manada, se organizan bajo la jerarquía de un jefe, siempre el más fuerte, el que tiene los cuernos más grandes, o el que más grita. A veces, las tres cosas a un tiempo.

Y no es que me parezca mal que los candidatibles exhiban sus defensas haciendo alarde de poder, y amortizando la inversión en sus gabinetes de imagen , respondiendo al más primitivo instinto, en su estilo competitivo. Y créanme si les cuento que no desprecio una buena exhibición, cuando a final de cuentas se enseña algo, o hay algo que mostrar, acaso de mi agrado. Pero entre tantos nombres, y tantas historias viejas, yo pediría a los aspirantes que basen la campaña en un programa concreto, y nos lo cuenten con toda nitidez, que es, en definitiva, lo que un voto responsable debe valorar.
José María Aznar y su mujer, Ana Botella, y el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ejerciendo su derecho al voto.

Porque ¿qué cambios específicos me proponen menganito o fulanita , del PSOE, el PP, IU, EU, o del resto de los partidos que compiten en el panorama político? A la gente de la calle nos interesa saber cómo se van a gestionar los servicios públicos: los autobuses urbanos, el agua, la basura, el alcantarillado, las piscinas municipales, y en fin, todos los propios de un municipio. ¡Aunque parezca mentira, hay vida más allá de los planes de urbanismo, que por otra parte son determinantes para un crecimiento no pernicioso del municipio!

A la hora de acudir a las urnas es cuando los votantes queremos ver las cartas de cada candidato. Decidir si voto al que va a mantener el horario de cierre de bares y otros locales de ocio, o si prefiero una opción que me ofrezca la ampliación del mismo hasta el alba. Para los clientes de la noche es más importante aclarar planteamientos como éstos o el horario de autobuses que conocer el currículum de los futuros ediles y alcaldes.

A MI, por ejemplo, me gustaría personalmente que se crearan empresas municipales para la gestión de los servicios públicos en lugar de funcionar exclusivamente a base de concesiones administrativas, que en algún caso pueden parecer la solución más fácil, pero que nunca es ni la mejor, ni la más económica. Y seguro que los sin techo , que frecuentan el paseo cacereño de Cánovas, últimamente centro de la atención de los medios de comunicación, tienen otras demandas, que podrían dar respuesta a sus necesidades, y que si yo estuviera en su pellejo , implicarían una atención directa del ayuntamiento, que a menudo delega estos servicios en organizaciones religiosas, que a modo de caridad, gestionan los fondos públicos, atendiendo a los necesitados como si de un regalo de la propia Iglesia católica se tratara.

Queremos que los candidatos nos consulten, y que nos hagan sus ofertas: ¿Quién se compromete a cambiar la cara de la ciudad evitando el tráfico masivo de vehículos con la sencilla medida de rebajar el precio de los autobuses? ¿Quién me promete una política de barrios que atienda antes la construcción de un polideportivo --y no me invento nada--, que la cesión de terrenos para hacer una iglesia? ¿Quién va a solucionar el problema del tráfico y de los aparcamientos, que no es lo mismo que ampliar la zona azul, también en manos de empresas privadas? ¿Quién me ofrece una lista absolutamente paritaria donde se intercalen hombres y mujeres alternándose hasta lograr que la representación sea igualitaria?

Ya está bien de basar la campaña de las municipales en las circunstancias personales del cabeza de lista, o en sus cualidades humanas o intelectuales.
¿Qué tal, si por una vez, en lugar de tanto cotilleo, y tanto sensacionalismo amarillo , admitimos que el pueblo llano y soberano no es idiota y en vez de tratarlo como tal, pasamos de la política de los ídolos, y de las calificaciones a hablar de los programas?
Milagrosa Carrero Sánchez
Profesora de secundaria

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